Genial película, tierna, compleja, misteriosa, realmente bella, Jim Carrey demostrando, otra vez, que es mucho más que un actor de muecas, Kaufman confirmando que es un genio y un auténtico maestro en componer historias complejas, fácilmente comprensibles y sumamente atractivas.

Una película que trata el tema del amor, y sobre todo el desamor, de una forma realmente cautivadora, y además transmite un mensaje tremendamente optimista sobre la esencia del ser humano, de como nuestros sentimientos se inscriben más allá de nuestro cerebro, que entre personas puede existir una conexión que supera los límites de lo estrictamente físico, en definitiva, consigue hacerte creer que algún lugar debe existir tu medía naranja.