Dirigida claramente hacia el público infantil, no aburrirá tampoco a los mayores dada la gran cantidad de gags brillantes que posee. Un comienzo más bien aburrido nos hace presuponer lo peor, pero varios secundarios geniales (el ratón blanco y, sobre todo, las babosas) unidos a un crescendo de acción al más puro estilo de las viejas pelis de aventuras, consiguen que incluso se haga tremendamente corta, pese a que el argumento ya esté visto mil veces y todo sea demasiado fácil de prevér. La animación es de diez, con unos personajes en los que se nota muchísimo la presencia de los responsables de Wallace y Gromit, y gracias a Dios tan sólo hay un par de canciones, que es lo que me suele aburrír de este tipo de películas.
Muy recomendable para los peques, porque se lo pasarán teta, tampoco es desaconsejable para los mayores por las enormes dosis de humor y acción que suministra.