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Documental. Comedia
Aclamado documental que arremete contra el poder de las grandes corporaciones industriales, en las que el incorruptible Michael Moore trata de conseguir una entrevista con Roger B. Smith, presidente de General Motors, para poder preguntarle sobre las devastadoras consecuencias del cierre de una planta del gigante del automóvil. (FILMAFFINITY)
5 de noviembre de 2008
22 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película abrió un género que lleva casi veinte años ganando adeptos, el documental para el cine, convirtiendo al actor - director en estrella mediática (con decenas de imitadores) y a la herramienta en utensilio de uso corriente, sobre todo para jóvenes cineastas con problemas para la financiación de obras más costosas. Durante mucho tiempo, “Roger and me” fue el documental más visto de la historia y ahora sigue en los puestos más altos. Voy a intentar a explicar las razones (virtudes) para que esto sea así.
“Roger y yo” tiene un planteamiento muy sencillo: cineasta relata la caída económica de su ciudad natal, tras el traslado de los almacenes de la “General Motors” (la empresa más importante de la zona) a otros destinos del tercer mundo. Por esta razón, el desconocido cineasta quiere hablar con el presidente de la compañía, el mencionado Roger, para que le explique por qué una empresa que funciona bien, que da mucho dinero, se tiene que trasladar.
Es incuestionable que el tema nos debe ser muy cercano, ya que en cada país industrializado este proceso se lleva realizando las últimas dos décadas, con lo que se pierden multitud de puestos de trabajo y se concentra la pobreza en un punto determinado con extrema rapidez. En este asunto se percibe las consecuencias aceleradas del capitalismo extremo, la falta de sensibilidad de las grandes corporaciones y el mínimo control al que se ven sometidos por los gobiernos de turno, por no decir, la nula aparición de propuestas alternativas lógicas de trabajo.
Todo lo expresado en el párrafo anterior lo vemos en “Roger and me” a la perfección. Michael Moore rueda desahucios masivos, inmigraciones generales de los trabajadores (con la lógica pérdida de raíces), la introducción del pueblo en el engranaje del estado con carácter de parásitos, dada la imposibilidad de valerse por sí mismos. También vemos cómo a la General Motors se la trae al pairo todo esto, ellos siguen sumando dividendos y dándose palmadas en la espalda.
Hasta la llegada de Michael Moore, este fenómeno estaba minimizado por los medios, con la consecuente falta de interés de los ciudadanos. Tras este documental, más gente pudo acercarse a la crítica y concienciarse sobre la indefensión del pueblo ante las decisiones que más nos afectan, las relacionadas con el trabajo estable.
El mensaje no se podía difundir en bruto, demasiado triste, sino que se debía ornamentar la seriedad con momentos de humor, de ironía, un montaje ágil y, sobre todo, cierto positivismo para cimentar otra característica del cine de Moore: la esperanza. Y se siente y ayuda cuando se leen titulares como estos: "Nissan anuncia un recorte de 1.680 empleos en Barcelona", "La crisis de Nissan arrastra ya 1.400 empleos de sus proveedores", "General Motors cierra dos fábricas y deja en la calle a 2.700 personas". Habré buscado cuarenta segundos en Internet, las tres noticias no tienen ni tres semanas.
“Roger y yo” tiene un planteamiento muy sencillo: cineasta relata la caída económica de su ciudad natal, tras el traslado de los almacenes de la “General Motors” (la empresa más importante de la zona) a otros destinos del tercer mundo. Por esta razón, el desconocido cineasta quiere hablar con el presidente de la compañía, el mencionado Roger, para que le explique por qué una empresa que funciona bien, que da mucho dinero, se tiene que trasladar.
Es incuestionable que el tema nos debe ser muy cercano, ya que en cada país industrializado este proceso se lleva realizando las últimas dos décadas, con lo que se pierden multitud de puestos de trabajo y se concentra la pobreza en un punto determinado con extrema rapidez. En este asunto se percibe las consecuencias aceleradas del capitalismo extremo, la falta de sensibilidad de las grandes corporaciones y el mínimo control al que se ven sometidos por los gobiernos de turno, por no decir, la nula aparición de propuestas alternativas lógicas de trabajo.
Todo lo expresado en el párrafo anterior lo vemos en “Roger and me” a la perfección. Michael Moore rueda desahucios masivos, inmigraciones generales de los trabajadores (con la lógica pérdida de raíces), la introducción del pueblo en el engranaje del estado con carácter de parásitos, dada la imposibilidad de valerse por sí mismos. También vemos cómo a la General Motors se la trae al pairo todo esto, ellos siguen sumando dividendos y dándose palmadas en la espalda.
Hasta la llegada de Michael Moore, este fenómeno estaba minimizado por los medios, con la consecuente falta de interés de los ciudadanos. Tras este documental, más gente pudo acercarse a la crítica y concienciarse sobre la indefensión del pueblo ante las decisiones que más nos afectan, las relacionadas con el trabajo estable.
El mensaje no se podía difundir en bruto, demasiado triste, sino que se debía ornamentar la seriedad con momentos de humor, de ironía, un montaje ágil y, sobre todo, cierto positivismo para cimentar otra característica del cine de Moore: la esperanza. Y se siente y ayuda cuando se leen titulares como estos: "Nissan anuncia un recorte de 1.680 empleos en Barcelona", "La crisis de Nissan arrastra ya 1.400 empleos de sus proveedores", "General Motors cierra dos fábricas y deja en la calle a 2.700 personas". Habré buscado cuarenta segundos en Internet, las tres noticias no tienen ni tres semanas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Para el que le interese, Roger Smith, presidente de GM, ya está muerto, el 04/12/2007 es un día a celebrar, un problema menos.
********ANUNCIO********
Pido a los DIOSES de Filmaffinity que me den fuerzas para lograr la encomienda por la que he sido engendrado hace 24 años: mantener la constancia con algo en mi puta vida filmaffinitera. Si los DIOSES así lo disponen, tengo que escribir una crítica por cada documental que vea o haya visto, ¿por qué? Ni lo sé yo, sólo es mi cometido. Esta es la crítica 32 de 140.
“Yo tenia fe cuando comencé
ahora estoy triste y cansado,
mi camino de tres años
me parece que son treinta
¿Y qué más puede un hombre hacer?.
Si he de morir,
que se cumpla todo lo que tú quieres de mí,
deja que me odien, que me claven en su cruz.
¡Yo quiero ver, yo quiero ver, mi Dios!
¡Quiero saber, quiero saber, Señor!
si he de morir...”
*******FIN DEL ANUNCIO********
********ANUNCIO********
Pido a los DIOSES de Filmaffinity que me den fuerzas para lograr la encomienda por la que he sido engendrado hace 24 años: mantener la constancia con algo en mi puta vida filmaffinitera. Si los DIOSES así lo disponen, tengo que escribir una crítica por cada documental que vea o haya visto, ¿por qué? Ni lo sé yo, sólo es mi cometido. Esta es la crítica 32 de 140.
“Yo tenia fe cuando comencé
ahora estoy triste y cansado,
mi camino de tres años
me parece que son treinta
¿Y qué más puede un hombre hacer?.
Si he de morir,
que se cumpla todo lo que tú quieres de mí,
deja que me odien, que me claven en su cruz.
¡Yo quiero ver, yo quiero ver, mi Dios!
¡Quiero saber, quiero saber, Señor!
si he de morir...”
*******FIN DEL ANUNCIO********