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Voto de Ana Mayo :
9
Romance. Drama. Ciencia ficción Un hombre (Hugh Jackman) realiza dos viajes: uno al pasado, a la España del siglo XVI, y otro al futuro, al siglo XXVI. Su objetivo es salvar la vida de su esposa enferma de cáncer, pero para ello tendrá que encontrar el legendario árbol de la vida cuya savia proporciona la inmortalidad. (FILMAFFINITY)
9 de junio de 2022
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La grandeza del cine reside en su poder para crear una ilusión. Cuando se oscurece el patio de butacas, asistimos al nacimiento de la magia: expectantes, ojipláticos, participamos en un espectáculo de luz y sonido. Es la misma emocionada expectación que nos posee en la humilde oscuridad de nuestra habitación al inicio de una película, pues no es cuestión del tamaño de las pantallas sino de voluntad: la voluntad del espectador. El espectador debe decir sí. Sí a entrar en una historia, sí a dejarse guiar por la narración cinematográfica, sí a escuchar al director, el maestro de ceremonias que nos presenta su espectáculo.

En sus albores, el cine contó con varios visionarios, a uno y otro lado del Atlántico, que intuyeron de qué iba esto: En Nueva Jersey, Thomas Alva Edison, inventor frenético e incansable; y en Lyon, los hermanos Louis y August Lumière rodaron en la década de 1890 sus primeras películas, que eran retazos de la vida cotidiana. Intuyeron que el cine consiste en girar imágenes, crear luz en movimiento. Ya tenían un paso: las imágenes en movimiento. El segundo paso, y en mi opinión el más difícil, era la invención de historias.

El cine se crea de ideas, eso está claro. Darren Aronofsky, conocedor de esta premisa, llevaba tiempo amasando el sueño de un proyecto titulado “The Fountain”. Era el año 2001. Aronofsky comenzó a negociar con Warner Bros para dirigir una película de ciencia ficción. Quería redefinir ese género con la inclusión de elementos épicos, metafísicos y románticos que otorgaran un carácter distinto a la ciencia ficción clásica; decía que las cosas interesantes son la búsqueda de Dios, la búsqueda de un significado a la existencia. En eso basaría su proyecto.

Se debería haber filmado en 2002 con Brad Pitt en el papel principal, pero la película se paralizó porque Pitt abandonó el proyecto y también porque Warner Bros no quería asumir la totalidad del presupuesto y buscaba una cofinanciación. En 2005 Aronofsky pudo finalmente impulsar la maquinaria de la película gracias a la adhesión de otros productores y al trabajo austero del director de efectos visuales. Como dato curioso, a este respecto, cabe señalar que se utilizaron fotografías de microorganismos para crear ese poético escenario cósmico a través del cual viaja la nave esférica.

Hugh Jackman fue el elegido para interpretar a Tomás/ Tommy/ Tom (siglos XVI, XXI y XXVI respectivamente). Un gran acierto, pues se trata de uno de los papeles más relevantes en la carrera de este versátil actor y cantante. Él se describe a sí mismo como una persona religiosa y diariamente practica la meditación, con lo cual de alguna forma dejó su impronta, su sello espiritual, en el triple papel. La conexión con el personaje de Rachel Weisz es pura y armoniosa. Ambos van tejiendo su amor inmortal con la ayuda de la exquisita banda sonora, obra de Clint Mansell, que recibió una nominación a los Globos de Oro.

“La fuente de la vida” es, ante todo, una película que explora el más allá, la existencia de Dios y la recurrente búsqueda de la inmortalidad. La muerte es el camino al asombro, se nos anuncia al principio. Algo a destacar es el uso de los símbolos, como en cualquier poema. Para mí son importantes el anillo, el círculo, la esfera, la pluma y la tinta. Con la pluma y la tinta escribimos el libro y avanzamos en la historia. El anillo, el círculo y la esfera me revelan que la vida es la descripción de un círculo: Nacimiento > Muerte > Renacimiento. A todos nos aguarda la muerte, pero ¿y si después hay más vida? ¿Y si descubrimos el elixir de la inmortalidad, la milagrosa savia de esa planta oculta que nos permita vivir siglos y convertirnos en astronautas errantes? Preguntas, preguntas... Nos queda Xibalba, la nebulosa que rodea a una estrella moribunda. Hacia allá nos encaminamos.

“A través de todos estos años, de todos estos recuerdos, sólo has existido tú. Tú tiras de mí a través del tiempo.”
Ana Mayo
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