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Voto de Don Hantonio Manué:
6
Drama El periodista Lloyd Vogel recibe a regañadientes el encargo de la revista para la que escribe de indagar en la figura del legendario Fred Rogers, una estrella del entretenimiento infantil durante varias generaciones. La empatía, amabilidad y decencia de Fred desarman a Vogel y le obligan a examinar su propia vida. (FILMAFFINITY)

16 de junio de 2021
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Se entiende que esto, tan de consumo interno, haya pasado desapercibido donde ni nos suena el fulano en cuestión: Mr. Rogers, presentador durante décadas de un programa infantil en cierto modo adelantado a su tiempo, de cuando la televisión tenía relevancia como medio (y era consciente de ello). Procuraba tratar a la audiencia como a seres pensantes y divertir mientras se abordaban cuestiones serias de la vida (aceptarse a uno mismo, saber expresar los sentimientos… lo que hoy llamaríamos “inteligencia emocional”).

Lo mejor, la interpretación de Hanks, la sutileza de su composición; un personaje que podría haber resultado artificial, grimoso o simplemente trasnochado en su exagerado buenismo… pero que Hanks sabe hacer creíble, al que tú mismo quisieras contarle tus penas y que te escuche y aconseje. Más un recurso de la trama, en realidad, porque el prota es el periodista.

Y ahí está el problema. Nada demasiado original: cine americanísimo sobre la redención, la reconciliación y las segundas oportunidades, las heridas interiores y el miedo de los padres de repetir con sus hijos los errores que ellos pagaron. Aquí todo el mundo es gente de puta madre y los conflictos se reducen a un simple problema de uno consigo mismo: peligroso mensaje, muy común de esta psicología moderna y su “gestión” de las emociones como solución de todo, tan a la orden del día.

No se profundiza en la figura un tanto enigmática de Mr. Rogers (aumenta si cabe la fascinación por él) salvo referencias sobre su posible lado oscuro y más humano. La dirección es tan aseadita y pulcra como impersonal, de cara al prestigio y al premio, dejando lucirse a los actores (festival de pucheros del Rhys éste). Lo bueno, que no hay grandes alardes y tampoco comete excesos, ni desviaciones al melodramatismo, contado esta sencilla historia echando mano de realismo mágico y ensoñaciones, como si fuera una de las enseñanzas del presentador.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Don Hantonio Manué
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