Reconozco que durante la primera media hora me aburrí y a la vista de los pasteles conyugales de Toni y su pelirroja me temia lo peor... que seria una vuelta a los rollos de la segunda parte, un gran bajón en la saga.

Pero a partir de ahí el film cabalga como caballo alegre y controladamente desbocado a lomos de su gran banda sonora y de las ironías y simpatías de su intérprete saltando todos los obstáculos de tópicos y de giros argumentales que se le pongan delante... hasta de nuevo llegar a un final que vuelve a decepcionar por exagerado y fuera de tono con la magnífica trama que se nos ha tejido enmedio.

Pero esto es un cómic señores, donde casi todo es posible y es el aliento creativo de unos personajes marvelianos que nos hacen soñar con sus poderes asombrosos y su increíble capacidad de sobreponerse a las mayores desventajas frente a sus durísimos rivales.

Y este Ironman no es que sea una vuelta a su magnífico origen de hace ya 5 años: es una clara, mejorada, y fresca evolución natural de un personaje sin caer en autocomplacencias ni complejidades lastrosas (como en la segunda parte), ofreciendo entretenimiento con todos los ingredientes del género que le da identidad (buenos que se hacen malos por venganza, niños que admiran a su héroe, giros argumentales que logran sorprender) pero agitandolo todo con la varita mágica de la diversión más en estado puro que tanto se hecha de menos en el cine actual y que la saga Dark Knight, Los Vengadores y estos Ironman han conseguido superar y darnos reconciliación con la idea de cine=emocionarse y divertirse.

Y no hagan caso a los que van por ahí diciendo que este film no le gustará a los "nolanistas". Este film le gustará a todos los que le guste el cine, sin etiquetas, como una máquina de sueños y de pasar un buen rato emocionante. (Y por cierto, soy "nolanista", y me ha encantado).