Bien dirigido, como no podía ser de otra manera, si está Pyun tras la cámara. El director, conocido por sus filmes de cyborgs, da el protagonismo a quién lo merece, a los miembros de Smithereens, con un videoclip sobrio, con interesantes planos, fotografía e iluminación y movimientos de cámaras, mostrándonos algo así como un ensayo en un pasillo ¿de Instituto?. Humo de cigarrillo y de escenografía. Curioso.