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España España · Sin City
Voto de Cirujator:
8
Drama Harvey Milk, el primer político abiertamente homosexual elegido para ocupar un cargo público en Estados Unidos, fue asesinado un año después. A los cuarenta años, cansado de huir de sí mismo, Milk decide salir del armario e irse a vivir a California con Scott Smith. Una vez allí, abre un negocio que no tarda en convertirse en el punto de encuentro de los homosexuales del barrio. Milk se convierte en su portavoz y, para defender sus ... [+]
18 de enero de 2009
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El siempre polémico y muchas veces acertado Gus Van Sant nos trae la historia de los últimos ocho años de vida del que fue el primer político declarado abiertamente homosexual: Harvey Milk.

La película narra la llegada de Milk a San Francisco y su rápido ascenso en la comunidad gay del lugar, que le eligieron como su “portavoz” ante el resto de los ciudadanos.

Con una buena puesta en escena, Van Sant nos mezcla imágenes reales con ficción de una manera muy convincente, sin grandes artefactos pero con mucho oficio. La estética está muy lograda (como es de esperar en este tipo de películas) y destaca un gran juego con los cristales (cuando la veáis lo entenderéis).

“Mi nombre es Harvey Milk” es una película hecha para recordar a todos lo que es la política, el hecho de que sea gay el protagonista es lo de menos, ya que trata de la poítica de las minorias contra los grandes mandamases. La historia es real y conmovedora, y se ve claramente lo listo que era este Milk, y las ideas económicas que tenía y que luego ha acabado adoptando la comunidad gay (véase “Chueca”).

En el apartado actoral la película es de Sean Penn, brillante en el papel y que se come la pantalla durante todo el metraje. A Penn le acompañan, principalmente, James Franco (¿cómo puede ser el mismo que hizo “Superfumados”?); Diego Luna, en un brillante papel de gay latino medio trastornado; el joven y convincente Emile Hirsch y un Josh Brolin con pelazo incluido y que nos regala una interpretación sobria de unos de los contrincantes políticos del señor Milk. Destacar también el parecido de los actores con las personas, ya que al final de la película salen fotos y se ve lo realmente conseguido que es el casting.

En resumen, una película interesante con grandes actores, una buena historia y una auténtica lección de política de verdad. Absolutamente recomendable, y más cuando aun están por llegar Eastwood, Boyle, Fincher y compañía.
Cirujator
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