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Madagascar Madagascar · París, Texas
Voto de Hanshiro Tsugumo:
5
Terror. Comedia India, 1231 aC. Unos guerreros indios se enfrentan con unas criaturas extrañas. En medio de esta batalla aparece de entre los muertos Premutos, un anti-Dios. El presente: Mathias es el hijo de una familia muy particular: un padre fetichista y una hermana con gustos sexuales peculiares. Él hace tiempo que sufre visiones en las que se desplaza a diferentes épocas y escenarios, y pronto descubrirá que él es el escogido, el hijo de ... [+]
8 de diciembre de 2017
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Película de serie triple Z que es medio famosilla en el mundo underground por ser una de las más gore de la historia (según muchos, la más gore de todas). Lo que está claro es que la totalidad del presupuesto se lo pulieron en la casquería del barrio y en agotar las existencias de kétchup del súper. Los actores son de vigesimoquinta fila, el guion es de derrame cerebral, el montaje es totalmente dadaísta y del director mejor ni hablamos.

La historia pega unos saltos que ni Isinbáyeva, trasladando la historia a la edad media, a la Segunda Guerra Mundial, a la resurrección de Cristo (¿?), a una batalla en Escocia donde todos llevan pantalones… y todo ello en inconexas idas y venidas del presente, para mostrar al linaje del panoli de turno que es descendiente del tal Premutos, un demonio que te cagas… de risa. El mocoso de tan alta alcurnia, que al principio parece que iba a ser el protagonista (sobre todo cuando le crujen los huevos con una patada épica), cede el protagonismo rápidamente al gordaco de su padre (igual que en Los Simpson, Bart le cede el protagonismo a Homer), y aparece de repente un tipo calzonazos que también se convertirá en protagonista sin que se supiera previamente de él.

La escena de la reunión familiar y de ahí en adelante son apoteósicas, incluyendo la escena del moco (que recuerda a aquel “hit” que cantábamos en el colegio, que venía a decir: “yo tengo un moco / lo saco poco a poco / lo redondeo / lo miro con deseo / yo me lo como / pero como sabe poco / me saco otro y vuelta a empezar”). El último tercio de película es una carnicería como en “Braindead”, pero con un arsenal nunca antes visto. Película solo apta para amantes de lo trash, lo bizarro y lo ultragore hasta niveles apocalípticos.
Hanshiro Tsugumo
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