Es posiblemente una de las mejores películas pugilísticas de los últimos años, que no por seguir fielmente los guiones de las películas al uso, que culmina con el esperable enfrentamiento entre los "malos" y los "buenos", deja de resultar emocionante y emotiva.
Estoy convencido que en la realización, se han tenido en cuenta secuencias y movimientos extraidos de películas como Rocky o Cinderella man, que tras ser adaptados a los movimientos "robóticos" causan en el espectador una sensación de estar ante un verdadero combate de boxeo.

Excelente interpretación de un Hugh Jackman metido en la piel de un auténtico padre crápula, que a lo largo del metraje va descubriendo los valores superiores de la vida, el amor paterno-filial y el coraje, así como va abandonando su egoismo mal entendido.

Creo que será merecedora del reconocimiento de los premios, como mínimo en sus apartados técnicos, no así de guión, que resulta fácilmente predecible, aunque insisto, que esta condición no resta ni un ápice de interés al resultado final.