Lo que han logrado Stahelski y su equipo con esta saga es digno de tener en cuenta. Conseguir que un relato tan sencillo como los tiroteos sin fin de John Wick se prolongue durante tres entregas con tanta dignidad y tanto entretenimiento, sin caer en la repetición y el aburrimiento, es un gran mérito. La historia del cine está llena de secuelas que arruinaron una buena película inicial, y sin embargo John Wick ya ha visto tres entregas que han mantenido un nivel que ahora mismo es excepción en Hollywood y el cine de entretenimiento masivo.

La primera aprovechaba la novedad del personaje, la segunda nos introducía más a fondo en su mundo, en esa sociedad de asesinos tan jerarquizada y organizada, de paso nos dejaba la duda de por dónde iba a tirar esta tercera entrega.

Y con mucha inteligencia, en el capítulo 3 John Wick se ve reducido al papel de presa, huyendo de todo y de todos mientras busca una redención que se antoja imposible. Pero como sigue siendo John Wick, su huida es una matanza continua, en la que cazadores y presa intercambian sus posiciones a balazos y cuchilladas.

Otro acierto de la película es que Wick, habitualmente lacónico, ve aún más reducido su diálogo. Habla lo justo para intentar explicar su desesperado intento de salvación y Reeves está en su salsa en este rol de bestia asesina acorralada, exigida hasta lo imposible para seguir viva un momento más. Podría decirse que es Wick destilado, cada vez menos humano, cada vez más (si ello es posible) máquina de matar, ahora para salvar su propia vida.

Y sigue toda la deliciosa parafernalia del club de asesinos, tan despiadados como elegantes y educados. Y esos diálogos "Es un placer pelear con usted, Mr. Wick" que le dan ese aire tan particular a lo que en puridad solo es una sucesión de tiroteos a quemarropa y cuchilladas inverosímiles. Además la fama que ha ido adquiriendo permite incorporar cada vez más cameos, que le dan su puntito de simpática originalidad.

Habrá que ver si son capaces de rizar el rizo y facturar una cuarta película en la que no caiga el nivel. Pero de momento, esta tercera entrega es tan entretenida como digna.