Un film facilón, sin complicaciones innecesarias, ni florituras técnicas, hecha para deleite y regocijo de nuestros oídos sedientos de melodías reconocibles.
Poniendo las canciones muy por delante del argumento o el mensaje reflejado. Con una historia sencilla y directa, va directa al entretenimiento sonoro, sin ahondar en cinismos ironías.
Nada nuevo en cuanto a la animación conocida. Muy por detrás de Zootrópolis, mantiene la dignidad y sirve como entretenimiento de fácil consumo. Para seguir su compás sin mayor complicación.