Uno de los clásicos Disney de mejor y más entrañable mensaje, y a la vez uno de los más infravalorados.
Una película concisa, entretenida y enternecedora. Toca la fibra, no desmerece de otros clásicos más reconocidos. Salir el mismo año que una obra maestra como Buscando a Nemo la ensombreció.
Una reivindicable lección de vida, de confraternización, de igualdad animal, de amor fraterno. No obstante cojea en su banda sonora (no destaca ninguna canción) y en sus personajes secundarios (los arces resultan ridículos).