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Argentina Argentina · buenos aires
Voto de jimrix:
8
Drama Emad y Rana deben dejar su piso en el centro de Teherán a causa de los trabajos que se están efectuando y que amenazan el edificio. Se instalan en otro lugar, pero un incidente relacionado con el anterior inquilino cambiará dramáticamente la vida de la joven pareja. (FILMAFFINITY)
5 de marzo de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director ganador del Oscar por "La separación" retoma en esta nueva película, también ganadora del último politizado Oscar, una relación de pareja, en esta oportunidad puesta en crisis por un atraco que recibe la mujer.
Tras una obligada mudanza porque su edificio corre peligro de derrumbe (que sirve de adelanto para lo que vendrá después), Amed -actor y profesor de literatura- y Rana -también actriz- encuentran un nuevo departamento provisorio en el que aún quedan las pertenencias de la antigua inquilina que al parecer (porque todos los personajes lo disfrazan con distintos eufemismos) era una prostituta. Mientras tanto, ensayan para el inminente estreno de "La muerte de un viajante" a quien debe el título la película.
Un día Rana deja abierta la puerta del hogar pensando que es su marido el que ha tocado el timbre y está subiendo, pero es atacada por un desconocido, aunque no se muestre el ataque sino a Rana en el hospital con la cabeza vendada y descubramos lo que pasó por el relato de los vecinos que la socorrieron.
Empezará entonces una búsqueda inquebrantable del marido por encontrar al foragido mientras la mujer guarda silencio sobre lo acontecido y se niega a denunciar lo ocurrido. La pregunta será qué sucederá cuando eventualmente lo encuentre.
El viajante es un thriller y también un drama en el que no sólo se pone a prueba a la pareja sino los valores y la moral de cada uno de ellos, la educación y la sociedad iraní. Se entremezclan la violencia y la pasividad, la sed de venganza, la culpa y el dolor.
Y nada mejor que montar una obra de teatro como la de Miller para que Asghar Farhadi exalte las emociones de los personajes y pueda escenificar una sociedad que se resquebraja y que por tanto necesita ser reconstruida. Será cuestión entonces de decidir qué debe seguir igual y qué debe cambiarse para que los cimientos sean más firmes pero también más cálidos. Y el final de la ficción será abierto porque, como en la vida, deberemos elegir cómo queremos avanzar.
jimrix
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