Haz click aquí para copiar la URL
España España · Córdoba
Voto de Talía666:
9
Drama. Romance Una mañana de invierno un maduro norteamericano y una joven muchacha parisina se encuentran casualmente mientras visitan un piso de alquiler en París. La pasión se apodera de ellos y mantienen relaciones sexuales en el piso vacío. Cuando abandonan el edificio, ambos se ponen de acuerdo para volver a encontrarse allí, en soledad, sin preguntarse ni siquiera sus nombres. (FILMAFFINITY)
17 de junio de 2011
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reconozcamos que somos catetos. A babor y a estribor. Me pongo a leer críticas sobre esta película y prácticamente todas hablan de la escena de la mantequilla y de los míticos viajes a Perpignan. Se diría que todo el mundo esperaba con avidez ver la puta mantequilla en el culo para juzgar. Es increíble lo que una simple anécdota puede dar de sí y desvirtuar la realidad hasta convertir esta historia en un reclamo erótico, cuando estamos hablando de una de las cintas más impresionantes y desgarradoras sobre la soledad y el dolor.

Para mí es apasionante y brutal esta historia sin nombres, esa isla humana en la que los dos protagonistas se pierden, ajenos por completo a la vida de fuera. Esa clandestinidad, ese no saber nada del otro. Esas risas cómplices en la cama, esos juegos de palabras, ese mundo perdido, esa soledad inmensa. Y luego ese dolor profundo, turbio, que arrastra el personaje de Brando, que llena la pantalla, eclipsa por completo a Schneider y deja un nudo en la garganta de proporciones considerables.

Dice Brando en un momento: "Todo fuera de aquí es una mierda". Y es cierto que lo es. En realidad lo esencial de la película transcurre entre las cuatro paredes en las que se encuentran los dos desconocidos sin nombre, desnudos y sin máscaras. Lo demás es pura mierda.

Ah, y hay muchísimas escenas bastante más impactantes y sobrecogedoras, incluso más morbosas, que la de la mantequilla (tremenda Schneider penetrando a Brando con los dedos mientras él grita obscenidades). Y una música inolvidable. Y una fotografía oscura y decadente. Y ese tango final, y ese culo rebelde al aire...

Sólo una palabra: imprescindible.
Talía666
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow