Una gran obra maestra de la extinta programadora colombiana Cenpro Televisión en colaboración de conexión creativa teniendo a los grandes monstruos de la crítica contemporánea Martín de Francisco y Santiago Moure (actualmente, presentador y periodista de fútbol, y actor; respectivamente) que antes eran locutores de radio de la emisora Radioactiva y lo cogieron para parodiarla como PQEK Activa junto con "el Cerdo" para formar el ejército de la verdad y cantar las verdades a tabla de lo que sufre y goza Colombia que lo recrearon como Chibchombia y en la actualidad no ha cambiado nada ya que seguimos con la manía del pan y circo pa'l pueblo: que el fútbol nacional e internacional, que la música, que las estrellas colombianas, que se destacan o defraudan dentro y fuera del país; los reinados de belleza, de la mazamorra, de la arracacha, del sancocho...; las farsándula criolla; la corrupción oficial y privada; los politiqueros de aquella época y de siempre aunque debería tener en cuenta los vigentes con la patria embrutecida y la esquiva paz que aún no ha llegado; la mediocre televisión colombiana que ya tiene maltratada la caja tonta; los presentadores, periodistas y modelos que hacen medianamente bien o mal su trabajo y sin contar sus metidas de pata; etc., etc., y etc.
Humor bastante irreverente, crudo, mordaz, crítico y espontáneo, e incluso, se burlan de todos y de si mismos ya sea sentados en el sofá frente al televisor o viviendo aventuras en ella cuestionando a la deprimente idiosincrasia y la payasada situación sociocultural que vive Chibchombia o Colombia como lo quieran llamar sin mirar que es lo que necesita el país para cambiar la actitud. Y si me preguntan que es iguazo se define groseramente a una persona ignorante, repulsiva, patana no importando de la clase social que venga.
Me encantaría que volviera este programa ya que hace falta sus quejas, sus desahogos y su entretener alegóricamente lo que se vive hoy en día que hay mucha tela por cortar y no darle la espalda a la realidad del país ya que todos vivimos, comemos pero todo tiene un precio por pagar. Además, que la libertad de expresión no sea una ilusión estancada sino libre de verdad y que miremos en la paja propia y no la ajena. Y que nunca se vaya esta cochinada de por Dios.