Hace poco en un safari alguien me hablo del programa de Iñaki Gabilondo que tiene un titulo parecido al de mi critica. Me llamo muchísimo el tema que toca el programa de Gabilondo. El futuro cercano, la mejora del ser humano por medio de la tecnología permitirá alargar la vida a voluntad, curar enfermedades hasta ahora incurables, potenciar habilidades como la fantasía de esta película, ordenadores cuánticos, que no son murcianos, son computaciones mucho mas avanzadas que las actuales
Y yo pienso estar ahí dentro de 20 o 30 años, pienso que viviré muchos años, siempre lo he pensado, bueno no siempre, en los últimos años. Ya voy por la segunda temporada de Gabilondo y resulta satisfactorio mirar hacia adelante, hacia el futuro, hacia lo que vendrá.

Volviendo a la película, si esta producción hubiera sido filmada en Hollywood, con un actor de acción del corte de Keanu Reeves, que ahora mismo esta muy de moda, o incluso de Tom Cruise, este film podría haber llegado mas alto.
No me ha gustado la actuación de Logan Marshall-Green, tampoco me han convencido las actuaciones de los secundarios. No obstante la temática es muy interesante y aunque la película se desarrolla algo previsible y con ridículas peleas entre hombres mejorados aunque sin ningún sentido de la estética porque en una de las ultimas peleas el villano viste con un estilo mod y un ridículo bigote. Este hombre mejorado, parece Howard Wolowitz en una mejor versión.
Benedict Hardie tiene una expresión mas humana que en Déjame salir, donde nunca debió de salir ella.
Harrison Gilbertson es el Leonardo Dil Carpio australiano, aunque durante la mitad de la película parece que tiene la cara de plástico.

Continua en la zona spoiler