Sorprendente film australiano de acción y ciencia ficción que nos trae reminiscencias de muchos otros trabajos dentro de su género -Ex machina, por ejemplo-, inscrito en la temática de la controversia que el desarrollo tecnológico puede llegar a producir entre los hombres y las máquinas. La historia nos comienza mostrando a su personaje central Grey Trace, un mecánico de autos de vieja escuela al que le toca muy a su pesar vivir en un mundo técnicamente avanzado donde prevalecen ya autos inteligentes y autónomos. Grey, asumido con solvencia y carisma por un estupendo Logan Marshall-Green, es alérgico a los avances futuristas y sus delirios (ni más ni menos que el detective Del Spooner de 'Yo, Robot'). Cuando pierde a su esposa Asha en un complicado suceso (que comienza con un accidente del vehículo inteligente en el que viajaban, luego de lo cual son abordados por unos 'ayudantes' que finalmente asesinan a Asha y le disparan a él también dejándolo tetrapléjico), lo poco que queda de su vida tendrá por objetivo presionar a la policía para encontrar a los asesinos. Por lo demás, la vida de Grey parece cosa terminada; hasta que en el hospital recibe la visita de un cliente suyo de los autos tradicionales, un genio de la computación que le ofrece probar en él un revolucionario chip de inteligencia artificial en experimentación. Es aquí donde comienza un segundo e inesperado capítulo en la vida de nuestro atribulado mecánico de autos, que oscilará entre su sed de venganza -o justicia- y la insólita relación que deberá entablar en lo sucesivo con la enigmática presencia que lleva consigo desde el implante del chip.

Un elemento muy particular del argumento es el tema del transhumanismo, reflejado en una clase de sujetos que, habiendo vuelto más o menos mutilados de tal o cual guerra, reciben en su cuerpo toda clase de prótesis y artificios robóticos. Grey, perfecto detractor de estas perversiones tecnológicas, termina sin quererlo siendo un exponente absolutamente singular de este subgénero de humanos.

De factura sobria y argumento atrapante, la película nos gana desde el comienzo, entretiene, no decae y no deja de sorprender con sus giros temáticos. Una excelente propuesta que se suma con peso y personalidad propios a los aclamados títulos de su género.