En su haber: es entretenida ( contribuye a esta percepción que cada episodio sólo dure veinte minutos), tiene una música estupenda ( cuenta con una gran selección de canciones, bien ensartadas en la historia) y los dos actores protagonistas (sobre todo ella) están bien.

En su debe: es una serie que se va desinflando poco a poco (promete más de lo da ), bastante convencional (empieza con un clima de cierta subversión y culmina en un final bastante ñoño) y tiene un catálogo de personajes secundarios bastante estereotipados, aparte de que la trama discurre, tras los dos primeros episodios, entre lo previsible y lo arbitrario.

El tono de la serie está más o menos logrado, si bien tiene un problema a la hora de desarrollar los gags (no me refiero a chistes visuales o verbales sino a las situaciones, escenas, relaciones o personajes con cierto potencial cómico, que no se exprimen suficientemente).

En fin, más fu que fa.