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Documental. Ciencia ficción
El mundo está devastado en el 2055 debido a una crisis del clima que no pudo detenerse en el momento oportuno. En algun momento tuvimos la oportunidad de hacer algo, pero no se hizo. Un archivista es quien se hace esa pregunta cuando ya, por desgracia, es demasiado tarde. (FILMAFFINITY)
16 de abril de 2012
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Documental de la británica Franny Armstrong, trata sobre el cambio climático y sobre lo que el ser humano pudo hacer (o no) por evitarlo. Al más estilo “Minority Report” aparece el finado Pete Postlethwaite (“En el nombre del padre”) desde el año 2050 manipulando un ordenador táctil por el que van pasando imágenes que cada día se nos hacen más cotidianas: el huracán Katrina, el tsunami de Indonesia, el expolio sistemático de África… Más adelante, en off, nos narran las catástrofes que están por venir si no lo remediamos; espeluznante.
Ciertamente la película no te da tregua, es una sucesión de imágenes muy bien ligadas y con un ritmo en algunos momentos casi desenfrenado; a esto ayuda la gran variedad de videos (publicidad, noticieros…); a destacar unas animaciones donde narran un poco la historia del progreso en clave humorística como ya hizo Michael Moore en la celebérrima “Bowling for Columbine”.
Ciertamente la película no te da tregua, es una sucesión de imágenes muy bien ligadas y con un ritmo en algunos momentos casi desenfrenado; a esto ayuda la gran variedad de videos (publicidad, noticieros…); a destacar unas animaciones donde narran un poco la historia del progreso en clave humorística como ya hizo Michael Moore en la celebérrima “Bowling for Columbine”.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El quid está en las historias personales que se narran, desde el campesino francés hasta el magnate indio de las low cost; de la familia británica obsesionada por el clima a la chica africana que perdió a su hijo por el agua contaminada; de las negativas a Kyoto del señor Bush a los sueños de unos niños en Irak. Las diferencias son tan grandes que se te hace un hueco el pecho. Uno se pregunta si la directora se está boicoteando a sí misma al comparar el dilema moral de coger un avión para ir a la nieve de vacaciones, como el caso de esa familia de clase media-alta, con la resignación de la adolescente nigeriana que tiene que vender gasoil de contrabando en botellas de colaloca gracias al expolio de las multinacionales del petróleo. ¿El dinero trae la vanalidad?
Al final todo se resume en dinero, economía (que tan buenos ratos nos está haciendo pasar últimamente) y petróleo; poco importa que se acaben los recursos, que dentro de cien años si seguimos a este ritmo nos hagan falta seis Tierras para soportarnos; y la sensación de que ya vamos tarde es desesperante, pero, cuidado con decirlo, que te conviertes en un fanático antisistema o, si hay suerte, en terrorista.
La conclusión a la que llego es triste: nos da igual, ya creemos hacer suficiente yendo a las urnas cada cuatro años.
A propósito, ¿Tú a quién vas a votar? ¿A Repsol o a BP?
Al final todo se resume en dinero, economía (que tan buenos ratos nos está haciendo pasar últimamente) y petróleo; poco importa que se acaben los recursos, que dentro de cien años si seguimos a este ritmo nos hagan falta seis Tierras para soportarnos; y la sensación de que ya vamos tarde es desesperante, pero, cuidado con decirlo, que te conviertes en un fanático antisistema o, si hay suerte, en terrorista.
La conclusión a la que llego es triste: nos da igual, ya creemos hacer suficiente yendo a las urnas cada cuatro años.
A propósito, ¿Tú a quién vas a votar? ¿A Repsol o a BP?