Vaya por delante que considero del debut tras la cámara de Rob Zombie como una de las peores películas que he visto nunca y una de las más horribles cosas que le han pasado al género últimamente. Así, me mostraba realmente escéptico a ver su siguiente película, "Los Renegados del Diablo", una secuela de aquella mierda que resultó ser "La casa de los 1000 cadáveres". Al fin he dado el paso e, irónicamente, convence. Y convence por que es directa, cruda, visceral. Pero pese a que todo lo que ocurre en la película es totalmente gratuito, el guión acompaña. Un buen guión. ¡En una película de terror! Es el fin del mundo, diréis...

El acierto de Zombie con The Devil's Rejects es enfocar la película desde una perspectiva de road movie, narrarnos la huida de la familia Driftwood, ahora perseguida por la policía, no tranquilamente realizando masacres en su caserón. Así, descubrimos más a fondo al temible Capitán Spaulding y los hermanos Driftwood, la sensual y letal Baby y el alocado Otis, y las motivaciones de un policía que les sigue la pista incansablemente para llevar a cabo su vendetta personal.

La cinta es, crudamente, un asco si tenemos en cuenta sus valores morales y estéticos. Pero como esto no es una cinta de Disney que ponerle a los niños para irse a dormir, se pueden permitir todo tipo de carnicerías, erotismo, sangre, explosiones, gore, etcétera. Zombie dejó claro con su primera 'película' (mierda, mejor) que le gusta ir al límite, y aquí lo hace, mediante una potente escenografía, unos actores entregados a la empresa (sublime Sid Haig como Spaulding), y una BSO muy bien escogida. Parecía mentira, pero Zombie tiene futuro en esto del cine, aunque sea el de terror. Ya estoy deseando ver su remake de la fantástica Halloween de John Carpenter.