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Voto de paki:
10
8,1
32.205
Intriga. Drama. Cine negro. Thriller
Tras realizar un atraco en el que han muerto dos personas, Ben Harper regresa a su casa y esconde el botín confiando el secreto a sus hijos. En la cárcel, antes de ser ejecutado, comparte celda con Harry Powell y en sueños habla del dinero. Tras ser puesto en libertad, Powell, obsesionado por apoderarse del botín, va al pueblo de Harper, enamora a su viuda y se casa con ella. (FILMAFFINITY)
4 de febrero de 2011
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si has sido un niño con imaginación sabrás de lo que te hablo. La imaginación, si la tienes, es una herramienta imprescindible para trabajarse una buena niñez. Porque cuando eres pequeño hay todo un mundo de aventuras al alcance de tus sentidos que la mente reconoce, vive, disfruta, recrea y juega. Basta un segundo para que se encienda la llama y te conviertas en un pirata, un astronauta, una princesa, un policía o un comanche. Pero la imaginación también puede tener doble filo, como las armas. De día te hace soñar, jugar y ser feliz; pero, de noche, puede tomar el atajo que lleva en un minuto de los sueños a las pesadillas. Basta un segundo para que prenda la chispa que lo apaga todo y enciende el miedo. Es la hora en que todos los gatos son negros y la oscuridad está llena de sombras y de ruidos. Te tapas bien y aprietas los ojos para no abrirlos porque, si lo hicieras, podrías encontrarte una silueta siniestra en el horizonte o sentada en la silla de tu habitación, mientras te llenas de sudores y escalofríos. Tienes miedo. No sabes a qué o a quién, pero sientes que es algo malo. La maldad, o sea, el poder de materializar tus pesadillas en algo o alguien capaz de hacerte daño.
La noche del cazador es una historia maligna que recrea todas las historias malignas que hemos leído, soñado o sudado en noches de maligno terror. Dos niños, frágiles y vulnerables, como todos los niños, se enfrentan con la maldad absoluta, encarnada en un padrastro brutal, que es un asesino nato sin sentimientos ni escrúpulos. Un cazador, sin piedad, que persigue a su pieza hasta destruirla. Y un depredador, capaz de justificarse, ante sí mismo, como un justiciero capaz de distinguir entre el amor y el odio, y con el poder del bien o el mal en sus manos, aunque siempre sea ese el que gane...
Un loco, un asesino y un fanático persiguiendo a dos niños a través de bosques oscuros y ríos profundos en noches oscuras y profundas. Da miedo, pero es también maravilloso y fascinante. Es la forma magistral de contarlo y de disparar tu imaginación. Las imágenes son increíblemente bellas, tenebrosas, lúgubres y fantásticas. Y las miras y sabes que están exactamente donde tienen que estar, y los movimientos de los personajes y lo siguiente que va a pasar. Pero te sorprende a la vez. Como si supieras y no supieras, como si ya lo hubieras visto antes, aunque sea la primera vez que lo veas.
La noche del cazador es una historia maligna que recrea todas las historias malignas que hemos leído, soñado o sudado en noches de maligno terror. Dos niños, frágiles y vulnerables, como todos los niños, se enfrentan con la maldad absoluta, encarnada en un padrastro brutal, que es un asesino nato sin sentimientos ni escrúpulos. Un cazador, sin piedad, que persigue a su pieza hasta destruirla. Y un depredador, capaz de justificarse, ante sí mismo, como un justiciero capaz de distinguir entre el amor y el odio, y con el poder del bien o el mal en sus manos, aunque siempre sea ese el que gane...
Un loco, un asesino y un fanático persiguiendo a dos niños a través de bosques oscuros y ríos profundos en noches oscuras y profundas. Da miedo, pero es también maravilloso y fascinante. Es la forma magistral de contarlo y de disparar tu imaginación. Las imágenes son increíblemente bellas, tenebrosas, lúgubres y fantásticas. Y las miras y sabes que están exactamente donde tienen que estar, y los movimientos de los personajes y lo siguiente que va a pasar. Pero te sorprende a la vez. Como si supieras y no supieras, como si ya lo hubieras visto antes, aunque sea la primera vez que lo veas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Creo que Charles Laughton era un genio con imaginación que nos regaló una preciosa película que parecía sacada de aquellas siniestras pesadillas o de aquellas noches de miedo con sus siluetas inconfundibles en el horizonte a las que nuestra mente daba forma y vida. Y creo que convenció a Robert Mitchum para interpretar al personaje más diabólico que he visto nunca en el cine: un hombre seductor de lengua bífida y corazón de hielo absolutamente brutal. Y a la pobre Shelley Winters que es la personificación de la víctima seducida por su verdugo, con la escena sugerida más atroz que nunca hemos visto en una película y esos fotogramas morbosos e hipnóticos como pocos, en el fondo del lago. Y la bondad con los rasgos dulces de hadita buena de Lillian Gish, pequeña, frágil, inmensa e invencible imagen de la resistencia frente a la maldad. Y los pequeños, niño y niña, nosotros mismos quizás, recordando como se hacía para sobrevivir en aquellas terribles noches de imaginación desatada...