Antes que nada debo confesar que soy amante del buen cine, desde lo convencional (Hitchcock, Kubrick, Scorsese, Coppola, solo por citar algunos) hasta lo más incomprensible para algunos (Lynch, Jodorowsky, Buñuel, entre otros). Hecha esta pequeña introducción es necesario comenzar esta pseudo crítica.

Siempre respeto y tomo en cuenta las nominaciones de los Academy Award (Premios Oscar), a excepción de aquella categoría titulada Película de habla no inglesa, donde el cine europeo, asiático, latinoamericano y ahora de cultura árabe son incluidas. Siempre tuve cierto recelo con aquella sección, especialmente desde que nominaron a la película peruana La Teta Asustada, la cual considero un rotundo bodrio y eso que soy peruano pero no hay que defender lo indefendible. Por otro lado, he visto otras películas como Room o Mustang que definitivamente no son obras maestras pero al menos se dejan ver y mantienen cierto interés. Caso contrario a estas dos películas es Son of Saul que fue un vil engaño y así ganó el Oscar en el 2016.

The Salesman, sí, es un caso similar a Son of Saul, ganó el Oscar en el 2017 y luego de verla no logro entender qué pasó allí. Compararla también resulta algo injusto ya que al menos esta resulta más entretenida pero el desarrollo de la trama es nula. Dicen que las mejores películas se hacen esperar, pero esta en especial nunca despegó. Los 125 minutos giraron sobre una escena en especial que por cierto nunca se llegó a completar. Odio los finales inconclusos pero esta película no tuvo ni un final, cuando parecía que estaba en la mitad se corta de repente y créditos finales aparecieron dejando confundido al espectador. Asghar Farhadi tengo muchas preguntas para ti, hijo de puta: ¿Quién diablos fue el que atacó a la mujer y por qué lo hizo? ¿En verdad era un cliente de la ex inquilina del lugar? ¿La policía logró rastrear el auto y descubrir la identidad del sujeto? Y la pregunta del millón, ¿Qué mierda pasó luego de la conversación del hombre con su alumno? Maldito imbécil dejas inconcluso todo y así te regalan un premio, estamos todos locos, ¡carajo!