-¿Kirsten Dunst no actuaba en esta película?
-Qué hablas, eso era Vírgenes Suicidas de Sofia, la hija del genio Coppola.
-Solo estaba jodiendo, pero en serio esta película fue una vil copia.
-¿Por qué?
-Cinco hermosas hermanas, medio putitas, contemporáneas entre sí, con una hija menor extremista y la mayor que es la más golfa de todas, son encerradas porque sí, les quitan sus cosas, aquellas que las puedan corromper (en la de Sofia les quitaban los discos de rock, acá les quitan la computadora y teléfono, pero les siguen comprando ropa de prostituta barata).
-Ah, ahí tienes razón, ¿cómo esos hijos de puta que son tan radicales y fanáticos les compraban esas ropas diminutas a esas niñas?
-Son huevadas, de la noche a la mañana la visten como monjas.
-Puta madre, luego aprovecharon esa moda de novelas turcas y metieron el rollo musulmán.
-Sí, esas cosas ya me tienen hinchado. La película es entretenida pero no entiendo por qué tiene tantas buenas críticas, si esas cosas las puedo ver en tv y el desarrollo de los personajes es plano, tanto como sus pechos, lo único que se enfocaron era sobre la pequeña Lale.
-Hablando de eso, ¿Cómo chucha niñas que están castigadas van a escaparse e irse a otra ciudad para un puto partido? Hasta en Occidente recibirían una paliza de la buena.
-Y la perrita esa que metió a un desconocido y follaron hasta que venga su tío, JAJAJAJ, más perras imposible.
-Son huevadas. Fuera de la opresión a las mujeres, la película tergiversa todo, todo, nadie defiende a los locos musulmanes, pero tanta putada junta, no es bien vista ni en los países más abiertos.
-En fin. Lo más rescatable fue Tugba Sunguroglu con sus ojos azules. A pesar que su personaje no tuvo tanta relevancia, deslumbró al espectador con su belleza. A partir de ahora la seguiré en todas sus películas, espero que sean muchas.
-Y no te olvides de Deniz Gamze Ergüven, la directora, veremos si es un chispazo o el inicio de una larga y recordada filmografía. Que corran las apuestas.