Una pelicula que te atrapa desde el mismo inicio en el que tañen las campanas sobre el famoso fondo azul de la compañía Disney. Un opening espectacular en el que la música y las imágenes te llevan hasta la misma Edad Media parisina, y que presenta a uno de los villanos más memorables de la Disney de todos los tiempos: el juez Frollo, un personaje cruel y vengativo, racista (la escena de las hormigas es más que significativa) y lleno de remordimientos (amén de sus pensamientos impuros).
Realmente ésta no es una película adecuada para un público infantil por muchos motivos (lo es más para adolescentes), pero como adulto, estoy encantado de que Disney nos haya premiado con una película tan llena de matices como ésta, con un ritmo que quita el hipo, dónde el día da paso a la tarde y a la noche delante de nuestros ojos con el fluír de la historia, mostrándonos de una forma magistral la vida dentro y fuera de la catedral sin darnos un respiro (de ésta manera Notre Dame se convierte verdaderamente en el personaje principal, luciéndose en todas y cada una de las escenas).
El reto de adaptar a todos los públicos una obra tan compleja como la de Victor Hugo (y los sustanciales cambios de la obra original que ésto requiere), hace que le crezcan muchos detractores a ésta película, pero el resultado final merece la pena.
Sus 9 maravillosas canciones no te dejan indifirente, sino que te envuelven en la película y te arrastran al mundo litúrgico-medieval arropado por una banda sonora demoledora.
Personajes sofisticados, fondos cuidados al detalle y el uso (no abuso) de las más recientes tecnologías (CGI) hacen que El Jorobado de Notre Dame (posiblemente) sea uno de los mejores films animados de los últimos años.