Con la llegada a la casa comienza una nueva película. Y es ahí donde la criada adquiere un protagonismo especial. Su superioridad se plasma en esa escena donde la “Cenicienta” está sentada y ella de pie, con esa mirada amenazadora.

Pero observamos cómo, a medida que la señora De Winter se frustra con sus nuevos inquilinos, el amor con Max está consumado. Se nota en la primera escena donde aparece el asesor. Cuando ya nos queda claro que Mrs De Winter no lo va a pasar nada bien, aparece el cadáver de Rebecca en el fondo del océano (como se dice en el doblaje español). Vuelve a darse un giro en la película. Ha sido un asesinato. Hitchcock logra encumbrar la película a los cielos. Resulta tremendo cómo este hombre pudo hacer una película en donde la protagonista no aparece ni una sola vez. Es una completa genialidad. Chapeu Alfredo.

10-09-20
(bajo de 10 a 7 la puntuación)

Han pasado casi seis años desde la primera vez que “REBECCA” llegó a mí, y me ha sorprendido ver que la historia ya no me ha llegado tanto. Cierto es que utilizar como protagonista a un personaje que en ningún momento aparece, pero a quien nos imaginamos perfectamente, es una genialidad de Hitchcock. Lo cierto es que la primera media hora se hace muy larga y la última media hora se borra de la memoria, ya que yo recordaba como el final el momento en el que Max confiesa a su señora (nunca se dice el nombre), que él cometió el asesinato de Rebecca… Quizá el hecho de saber ya lo que ha sucedido resta valor a un segundo visionado. Los actores, todos, están de dulce. El clima de tensión que se crea es único.