La última película de Cukor, y hasta el final siendo un maestro de la dirección, de la sensibilidad, de seguir siendo digno a su fama de director de mujeres , Bisset y Bergen son una prueba.
La belleza, la ternura y la amistad en un delicado guión que demuestra cómo Cukor siempre estuvo ahí.
Siempre nos quedará alguna película de Cukor que volver a ver, pero en este punto final, nos queda la sensación de que era un maestro del septimo arte.
Vista en cine.