Si para ofrecernos 10 ó 15 minutos de buen cine, planos trepidantes, diálogo ágil e inteligente, casi siempre a la sombra de la enorme figura de Kurt Russell (inmenso en esta peli, lo mejor de largo), tenemos que tragarnos 50 minutos de conversaciones para adolescentes empalmaos que ni aportan, ni entretienen, ni innovan, ni sorprenden, tan sólo se regodean en la mierda semi-pasada de moda del señor Tarantino, que se ha creído que entre trabajo y trabajo es capaz de colarnos un largometraje que no daba para más que para un corto interesante.

Esto Kubrick (oh, gran maestro) no lo hubiera tolerado.

No me ha sentado nada bien volver a ver la peli, para disfrutar con esos minutos superguays a los que nos acostumbra el señor Quentin, he tenido que adelantar el resto de la peli en velocidades de x4 del mando a distancia del reproductor, lo que ha hecho que la peli dure una escasa media hora.

Tripito: lo que mola, mola mucho, pero lo que no mola, no mola nada y, lo que es peor, empieza a cansar, espero que en su próxima película mi estómago no se revuelva cuando los personajes comiencen a debatir sobre cualquier chorrada en ese tono macarranegratadelbronx, alejándose definitivamente de los estupendos diálogos de Reservoir Dogs, y machacando las maravillosas e irrepetibles conversaciones de Pulp Fiction.

Manejo de la cámara en todo momento, planos estáticos, secuencias de acción, etc.; estética, músicas...: 9
Diálogos de guión, que no dejan espacio a la improvisación, sacados de un par de noches de copas y porros del amigo Tarantino masculino singular: 0

Total 6