Sin duda, las actuaciones de Judi Dench y Bob Hoskins son extraordinarias, la química que se establece entre ellos y aquella contradictoria y bastante intensa complicidad que van construyendo a lo largo de la película, justifican la historia y finalmente se convierten en el hilo conductor de la misma. La fotografía es excelente, principalmente los exteriores (específicamente me refiero a la imagen de los exteriores de Londres bombardeado); el manejo de la fotografía -en estos casos- no busca trasmitir realismo o presentar "imágenes testimoniales" de una época, sino por el contrario, creo que más apelan a la nostalgia, al recuerdo, a las imágenes que nuestra mente suele reproducir cuando rememoramos tiempos anteriores.
Esta película -cuyo guión si bien es sencillo y se desenvuelve sin mayores sorpresas- no busca sensibilizarnos ni identificarnos con un momento crítico de la historia. Sólo recuerda con ojos de nostalgia, y recupera lo que alguna vez "brilló" -o se quiso que brillara- en medio de tanta oscuridad. Creo que es un rescate de la profundida de lo superficial, una metáfora contradictoria que sólo se hace visible cuando la tragedia amenaza y nos hacemos conscientes de nuestra impotencia (la guerra es una terrible oportunidad para que toda una sociedad se halle frente a su propia pequeñez).
Finalmente concuerdo con la opinión que el número de musicales presentados puede haber sido menor, aunque no puedo negar que la puesta en escena y la musicalización es buena.