Siempre había leído comentarios exquisitos sobre este film, así que entre eso y la devoción que tengo por Joseph Gordon-Levitt, me decidí a verla, y la verdad es que me quedé bastante fría.
La historia está bien, puede servir de superación para mucha gente y eso es muy admirable, pero es algo lenta, y tampoco tiene ningún tipo de desarrollo o evolución, se limita a contarnos una situación detrás de otra y acaba muy precipitadamente.
Los personajes no están todo lo bien definidos que se pudiera, por ejemplo, el de Seth Rogen es simplemente patético, creo que estropea el tono general del film y no pega demasiado con la historia; el de Bryce Dallas Howard pasa de ser muy bueno a odioso en un periodo de tiempo demasiado corto, y, por si ésto fuera poco, desaparece abruptamente de la cinta al final, y nunca volvemos a saber de ella.

Las interpretaciones son bastante buenas, Joseph Gordon-Levitt es un auténtico actorazo, y aquí vuelve a hacer gala de ello, genialmente acompañado con la muy agradable Anna Kendrick, que desgraciadamente está algo estancada en su carrera cinemátográfica. Seth Rogen resulta repulsivo y el resto del elenco cumple su cometido.

Así, nos queda una cinta bastante irregular, difícil de ver y a la que le falta algún que otro hervor.

Mi nota: 6.1