Es una auténtica aberración que un film como éste coseche tantas nominaciones a unos premios supuestamente serios (después de la última ley establecida mediante la cual los menores de 16 años no podrán ser galardonados ya no creo que pueda seguir avergonzándome más.) como son los Goya. No hay por donde cogerlo. Me chirría la estética, me chirrían los personajes, odio la historia y odio la forma de dirigir que tiene el amigo Álex de la Iglesia.
Caso aparte merece la señorita Bang, que no entiendo por qué misteriosa razón fue nominada al Goya (a lo mejor lo raro fue que no ganara, siendo la novia del presidente de la academia) que se dedica a pasaearse por la pantalla luciendo palmito. Absolutamente patético.
No he podido terminar de verla, lo confieso. Ha sido demasiado para mí. HUYAN DE ELLA.

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