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España España · Madrid
Voto de Moody:
6
Drama Jerez de la Frontera, 2012. Rocío, una madre soltera y sin trabajo, no recibe ningún tipo de ayuda ni subsidio. Vive con a su hijo de ocho años en un piso cuyo alquiler no paga desde hace meses, de modo que el dueño la amenaza continuamente con echarla a la calle. Para hacer frente a los gastos de manutención y alquiler, realiza trabajos ocasionales mal pagados y vende en el top manta objetos encontrados. (FILMAFFINITY)
26 de marzo de 2016
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En tiempos de crisis, y eso que parece que se está superando, existen multitud de casos de los que sacar una buena película cuyo núcleo sea un drama social. Sin duda uno de ellos, de los que tienen más calado social tienen, son aquellos en los que se ven implicados los más pequeños, y por ello también los mas efectistas y efectivos para un guión.

"Techo y comida" desarrolla la historia de una madre soltera, con un hijo pequeño, sin recursos y sin dinero para pagar el alquiler. Una buena historia, con bastante potencial lacrimógena si se quiere, y que pone de manifiesto la precaria situación que deben soportar muchas familias para salir adelante. Esta denuncia, que tiene mucho fondo, no se hace desde la lágrima fácil, sino desde el punto de vista más real, en el que la joven, abrumada por las situaciones que le toca vivir, mantiene esa calma contenida hasta que se derrumba. Esto solo puede hacerse si se cuenta con una actriz en estado de gracia que mantenga la tensión en cada secuencia, que contenga el nudo en la garganta en cada momento, y tiene la suerte de contar con Natalia de Molina. La jienense borda el papel y consigue hacerlo creíble en cada decisión que toma, en cada palabra que pronuncia.

Sin embargo, la película se olvida de los giros mas esperados y no pone a la protagonista en el camino más obvio, y mientras que lo predecible hubiera sido mostrar a Rocío en una larga fila en busca de ayuda anti-desahucios, la película opta por ser contenida, discreta y sentida, dejando a la protagonista ante una desprotección total que el espectador siente como suya. Una película muy necesaria que muestra una realidad que tenemos ante nuestros ojos. Y, a veces, muy cerca.
Moody
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