Winding Refn saltó a la fama en 2011 con aquella hipnótica e interesante película que era “Drive”, con ese Gosling y su inseparable chaqueta de cuero con un enorme escorpión, huyendo por las calles de una luminiscente ciudad. Con esa película se ganó cierta credibilidad de la que perdió parte en la fallida “Sólo Dios perdona” de nuevo con Gosling, pero aún le quedaba una bala. Ahora pretende gastarla con “The Neon Demon”, con la que quizás demuestre que “Drive” fue sólo un golpe de suerte.

No queda muy clara la intención de la película, una historia en la que una joven de 16 años se inicia en el mundo de modelo para chocar de bruces con la cruda realidad. Sin embargo el guion no aclara si lo que pretende es realizar una crítica contra este superficial mundo en sí mismo o si or el contrario pretende ir un paso más allá y analizar a una sociedad deteriorada y enferma de ego en la que el individuo es lo único, lo más importante. Sea cual sea su objetivo, no consigue ninguna de las dos opciones quedando todo incompleto. Por supuesto es innegable la capacidad hipnótica de la que Refn dota al conjunto. Planos impactantes, luces brillantes, encuadres abstractos… una colección de secuencias algo surrealistas a las que prestar atención, pero que carecen de sentido global para completar la historia. Por separado so atractivas y hiperbólicas, pero no forman un todo homogéneo.

Ya desde el plano inicial se nota que no se trata de una película para todos los gustos. Quizás un público especializado haya podido sacar mucho más jugo a todo lo que ocurre, pero para el gran público no es un argumento sencillo por la forma en la que está tratado. Según avanza la historia, la película intenta volverse aún más oscura el personaje al que da vida Fanning (definitivamente ha superado a su hermana) va tomando decisiones que giran su personalidad, la hacen adulta de repente, saltando los pasos naturales. Estas circunstancias la convierten en otra persona, haciendo que su evolución sea lo más interesante del film.

En cuanto a su final, poco se puede decir si hacer spoilers, pero claramente se sitúa en la línea de otras secuencias (ese personaje que se queda con una fallecida mientras cierra la puerta por dentro…) bastante impactantes y casi siempre discutibles que convierten a “The Neon Demon” en una película de extremos no apta para cualquier espectador. A Refn se le van acabando las oportunidades.