El señor Billy Wilder posiblemente además de ser uno de los mejores directores de la historia del cine es además uno de los mejores guionistas.
Quizás el género de la comedia sea el más complicado en esto del cine. Por eso el señor Wilder con obras como "Uno, dos, tres" y "Con faldas y a lo loco" demuestra que está por encima del bien y del mal.
"Un, dos, tres" jamás pasará de moda porqué el guión es simplemente prodigioso y muy pocas películas pueden divertir de la forma tan desenfrenada con que lo hace este trabajo. Los amantes de la comedia no se cansarán de disfrutar una y otra vez de esta obra maestra del cine situada en la Alemania de la guerra fría donde la hija de un importante ejecutivo de Coca-Cola se enamora ciegamente de un joven comunista-idealista ante la desesperación de James Cagney por no matar de un disgusto al padre de la joven que llegará en breve a la ciudad para conocer al prometido de su querida hija.
La transformación del chico da lugar a situaciones divertidísimas que se van sucediendo de una forma frenética, de tal manera que la película se hace corta, tan corta que no nos importaría que durara una hora más.
Mención especial merece el señor James Cagney que roza la perfección en este trabajo (nada fácil por otro lado) y que nos demuestra porqué es uno de los actores más importantes de la historia de Hollywood.
Sin duda, una obra maestra imperecedera de un cinesasta imperecedero.