Ya ha llovido mucho desde que en 1988 un muñeco de apariencia adorable sembrara las pantallas de cine de asesinatos a diestro y siniestro, como si de un psicokiller cualquiera se tratara. El alma de un asesino en serie quedó atrapada en un muñeco en la estantería de una tienda de juguetes tras un tiroteo con la policía.
Os hago memoria porque precisamente en ésta nueva entrega a Chucky le han sacado bastante partido al tema del asunto de la posesión del alma.
No entraré en profundidad en el tema por no caer en el spoiler, además quiero darles la enhorabuena a sus creadores por enlazar de manera tan fantástica con la anterior, La Maldición de Chucky.
Nica Pierce es recluida en una institución psiquiátrica acusada de asesinar a su familia.
Tras recibir la visita de Tiffany que la convencerá de la existencia de Chucky, en el centro empezaran a producirse unas horribles muertes.
Mientras tanto Andy Barclay que guarda la cabeza decapitada de Chucky empezará a sospechar de que éste ha comenzado a actuar de nuevo.
Nada más allá de la realidad porque el muñeco slasher se encontrará como pez en el agua en un recinto lleno de locos que creerán estar viendo visiones.
Queda patente con la cantidad de escenas gore que han dotado a la película que nos encontramos a Chucky en plena forma y que nos brindan algún que otro asesinato con bastante originalidad.
No sería imprudente decir que estamos ante una de las más sangrientas de la saga ya que han dotado de gran crueldad algunas de las escenas de los asesinatos.
Con algunas de ellas nos costará traga saliva y nos dejará con el culo torcido por el realismo de las mismas.
Ya se sabe que Chucky es de todo menos un angelito de la caridad al que puedas invitar a comer por su carácter irónico y retorcido sin lugar a dudas haría las delicias en la consulta de cualquier psiquiatra.
En definitiva, se la aconsejo a los fans más acérrimos de nuestro querido muñeco ya que no les defraudará.
Aconsejo verla totalmente despierto y sin abusar del alcohol porque creeréis estar viendo doble, o triple, o….