Un grupo de 5 amigos, ex veteranos militares se reúnen para saquear la finca de un peligroso Carter de la droga con la ayuda de un “topo” infiltrado.
Creo que pocas veces me ha habré quedado tan decepcionado después del sorprendente arranque de “Triple Frontera”.
La historia que empieza con una gran tensión que corresponde a la preparación del golpe a la finca del Carter, su consiguiente asalto y la sensación de peligro que consigue meter al espectador en la película no perdura y es a la mitad del metraje cuando el globo empieza a desinflarse que corresponde a la que sitúa al grupo en la zona de montañas con el botín conseguido y que hace que el espectador haya perdido gran parte de su interés.
Las escenas de acción están bien resueltas pero muchos echaremos de menos que Kathryn Bigelow que se presumía como directora de la película abandonara el barco en manos de J.C. Chandor, un director más comprometido con el cine independiente que con empresas que mueven grandes presupuestos.
Lo mejor de Triple Frontera es cuando te presenta todo lo que puede venir pero luego nos deja con la miel en los labios, como cuando le ofreces un caramelo a un niño y en el último instante retiras la mano.
La buena labor de sus actores, una conseguida banda sonora y unas logradas escenas de acción hacen que el barco no zozobré antes de tiempo.
Después de lo visto creo que me encuentro del lado de los que apoyan y habrán disfrutado más con “Los Mercenarios” que con esta cinta que explora las actitudes de las personas.