24 de febrero de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otra película con un gran elenco interpretativo, de esos que sorprende, aunque en realidad casi que se esperaba. Christian Bale es la gran baza de esta cinta, en la que interpreta a un enganchado al crack que intenta velar por su hermano y su carrera como boxeador. Una interpretación digna de las grandes figuras cinematográficas. En el lado femenino, Melissa Leo y Amy Adams. La primera ya nos tiene acostumbrados a papeles muy dramáticos como el que hace aquí, y siempre sale victoriosa. La segunda, por el contrario, sigue demostrando, papel a papel, que tiene grandes dotes para el drama (y un gran toque para la comedia que ha dejado más que patente), y, para mi, la merecedora este año de un premio de la Academia de Hollywood. A pesar de todo ello, muy detrás queda Mark Wahlberg, un actor que, a pesar de no tener mal fondo, destaca, negativamente, del resto. El principio de la película (casi hasta la mitad de la misma) permanece inexpresivo, sin chispa y sin garra, hasta que en determinado momento estalla en su punto álgido y, de ahí, continúa en descenso. El resto de aspectos de la película también la hace brillante, y el hecho de que se ruede en ella el documental que da pie a la misma, la hace más grande. Pero hay aspectos que la desmejoran, como por ejemplo la poca credibilidad y esfuerzos demostrados en los combates de boxeo. Desluce la trama, y deja patente una carencia, mínima, pero que hubiera sido muy favorable para conseguir una película más completa. De resto, nada que objetar. Gran película y digna candidata a conseguir el premio más preciado (siempre a salvo de "Cisne negro").
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