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Finlandia Finlandia · Alicante/Alacant
Voto de Kosti:
3
Drama. Aventuras Tras la muerte de su padre, Sal Paradise (Sam Riley), un neoyorquino que aspira a ser escritor, conoce a Dean Moriarty (Garrett Hedlund), un expresidiario de un encanto arrollador y casado con la liberada y seductora Marylou (Kristen Stewart). Sal y Dean se hacen amigos al instante. Sedientos de libertad y decididos a huir de la rutina y la monotonía, emprenden un viaje hacia el Sur con Marylou. Adaptación de la novela homónima (1957) ... [+]
18 de abril de 2013
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de contarnos una historia como la de Diarios de motocicleta, con ese pequeño toque histórico y una maleta llena de sueños y buenas intenciones, el brasileño Walter Salles se deshumaniza y nos presenta unos personajes fracasados envueltos en un viaje a ninguna parte, disfrazados de falsos intelectuales banales. La idea parte de una amistad forzada y de un juego de sexualidades ambiguas que parece tener la única finalidad de atraer a un público más variado, más heterogéneo. El hecho de contar con Kristen Stewart en el reparto ya debería dar una pista de por dónde van los tiros, aunque Salles se cubre las espaldas rellenando la trama con un reparto coral bastante curioso.
Salles nos lleva a un viaje por Estados Unidos en coche, muy similar al viaje que emprendieron Ernesto y Alberto en moto por Sudamérica, con la diferencia que la finalidad no es la misma. En esta "On the Road" nos hace disfrutar tanto de la ciudad de Nueva York a finales de los 40 como del desierto de Colorado, pero valerse de tales escenarios no es excusa para endosarnos personajes vacíos de dudosa moral con un grave problema de madurez, que si bien parece que se comen el mundo, en realidad no es así. "On the Road" no lleva a ninguna parte, y su historia cae (y seguirá cayendo) en saco roto. Ahora bien, hay que reconocer que en algunos momentos asomaba un chispazo de genialidad, un atisbo del dramatismo que se echa de menos durante todo el trayecto de dos horas y cuarto de duración, un ejercicio que se repite una y otra vez como unas cinco veces: introducción, carretera y desfase.
Se trata de una historia de historias, o más bien, de una historia de episodios, episodios éstos todos iguales en los que mete un nuevo personaje a su antojo, a su libre albedrío. Algunas piezas no llegan a encajar (relaciones que ya existían en el pasado, familiares salidos de la nada, pretextos absurdos para explicar sus comportamientos,…), y las interpretaciones resultan anodinas. En ningún momento llegué a sentir empatía por ninguno de los personajes. Bueno, en realidad sí. La corta intervención de Kirsten Dunst sí resulta evocadora e inspiradora, pero no deja de resultarme un papel muy pequeño para esta actriz, más después del gran papel que tuvo en Melancolía o en Las vírgenes suicidas. Lo dicho, interpretaciones muy grises, hasta tal punto que la amistad entre los dos protagonistas parece falsa, como impuesta. No terminé de creerme sus historias, sus momentos de intimidad, sus conexiones, nada, absolutamente nada.
Las expectativas eran bajas, y el resultado final fue acorde a las mismas.
Para perder el tiempo sentado en la butaca y ver alguna que otra escena dramática interesante y/o escuchar algún chascarrillo gracioso, pero poco más. Personajes poco atractivos, nada interesantes y una historia que, repito, no lleva a ninguna parte. Todo un despropósito. Una lástima.
Kosti
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