Una segunda parte completa pero que pierde fuerza respecto a la primera.
En relación a las actuaciones, ninguna pega, igual que en la primera, salvo, y creo que es importante mencionarlo, la acertada incorporación de Joan Allen en el cuerpo de la CIA. Igualmente Karl Urban como uno de los perseguidores de Bourne ha estado más que correcto, con esa templanza que no varía en ningún momento.
Las escenas de acción trepidantes como siempre, sobre todo las persecuciones en coche, que aquí se repiten en más de una ocasión (quizás en este punto pecó en demasía el señor Greengrass)
De resto, como ya he comentado, ninguna pega: una peli de acción, entretenida y curiosa cuanto menos.