Recuerdo que mi mamá me contaba, cuando yo era chiquita, que esta película le dio mucho miedo cuando la fue a ver al cine. Luego de unos años pude verla en la televisión y no me causó tanto terror como cuando leí el libro de William Platty. Sin embargo, cuando en el 2002 la reestrenaron con partes que no se vieron en el 73, casi me salgo corriendo del cine al ver la escena donde la niña baja las escaleras de espaldas, caminando con las cuatro extremidades y sangrando por la boca... fue lo que más me impresionó y creo que se debió a que la escena nadie se la esperaba. En mi opinión esta es la mejor película de terror de su época y no es por los efectos ni nada por el estilo, sino porque fue basada en un buen libro.