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Voto de EuTheRocker:
7
Comedia Carl Casper (Jon Favreau), un chef que pierde su trabajo por negarse a aceptar las exigencias del propietario (Dustin Hoffman), emprende un proyecto de venta de comida en un camión junto a su exmujer (Sofia Vergara) y su mejor amigo (John Leguizamo). Al mismo tiempo, también intentará unir de nuevo a su familia. (FILMAFFINITY)
21 de agosto de 2014
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dicen que la buena cocina, la que emociona, es la que consigue crear emociones a través de los sentidos. Un aroma, un color o un sabor, capaces de evocar recuerdos y situaciones concretas de nuestra vida. Esa buena cocina, surge del amor y el cariño. De la pasión secreta de aquel que sabe que con su creación va a entablar una relación muy estrecha con el destinatario de la obra. En la alquimia culinaria, hay una parte importante de arte que acerca esta disciplina a la pintura, la música o el cine. Por eso mismo, Jon Favreau, actor y director capaz de grandes logros y temibles fracasos, se coloca el delantal de artista, y reune todos los ingredientes para hacer que su última creación, en la que, cual mago renacentista, se encarga de múltiples tareas como la dirección, el guión, la producción o el protagonismo, se convierta en una pequeña delicatessen que convierta el menu de la cartelera estival, en un interesante viaje por el mundo de la cocina.

Alejado del tono de sus últimas películas como director, donde predominaban la acción y los efectos visuales; y separándose del tono gamberro de muchas de las comedias en las que ha aparecido como actor; el bonachón de Favreau se sumerge de lleno en el interesante y gigantesco mundo de la alta cocina, para plantearnos un menú apto para todo tipo de paladares, donde tras una cobertura de buenas intenciones, se esconde el delicado trabajo de un narrador de historias bastante competente. Porque "#Chef", ofrece interesantes disertaciones sobre varios temas candentes en la actualidad al tiempo que dibuja un precioso relato familiar de conocimiento y cambio, narrado lejos de sentimentalismos baratos y efectismos de todo a cien.

Las redes sociales sirven a Favreau para mostrar una nueva manera de intercambio cultural que funciona como arma de doble filo para el usuario corriente; los críticos, y su, a veces, inmisericorde desidia verbal a la hora de echar por tierra el trabajo y la ilusión de personas que en su deseo de crear nuevas emociones se olvidaron de la pasión por su trabajo; son sólo algunas de las ideas que se emplean como vehículo para transportar al espectador por una cinta simpática y modesta, plagada de un sano sentido del humor que infunde ternura y nos dibuja una de esas sonrisas sinceras que nos congracian con una historia plagada de interesantes personajes, interpretados en su mayoría de manera solvente e incluso notable en algunos casos, que acompañan a los dos protagonistas principales de manera episódica, en su viaje personal hacia el conocimiento mutuo. Una relación paterno-filial alejada de cualquier pretensión de innovación, pero contada con el cariño y la ternura de aquel que respeta su creación y confía en su calidad.

Porque muchas veces, los artistas, son víctimas de sus propias pretensiones y se olvidan de crear desde el corazón. Favreau sin embargo, consigue con su película, dotar de alma a un relato simplista pero muy efectivo que garantiza un rato de diversión y emociones sanas, alejadas de tratamientos emocionales más complejos o despliegues más espectaculares. Un plato servido con el cariño de toda la vida, y los mimbres del cine más tradicional.
EuTheRocker
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