Vaya pastel de película. Aún así más o menos se puede ver aunque la verdad, los vampiros no se los han currado mucho con ese maquillaje blanco y esos lavios pintados que parecen unos bichos raros amanerados. Curiosamente la protagonista es igual de blanca aunque no es un vampiro y viene de Arizona.
Los paisajes son bonitos y me he entretenido bastante pensando que haría si fuera un vampiro inmortal.
Si hay una secuela no la voy a ver ni que me paguen, tampoco quería ver esta pero bueno, todos hemos sido arrastrados al cine alguna vez.