Una dosis de planteamiento intrigante, otra de desconcierto, un poco de desesperación. Algo de identificación con la angustia del protagonista. Una chispa de acción mezclada con otra de política de altos vuelos, lujo y magnates. Vuelta a la deseperación del que quiere gritar ¿su verdad? y no le dejan. Un tercio de realidad que golpea donde duele y, no te gustaría haber recordado. Nostalgia por lo que te gustaría no haber sido. Más acción, más intriga, enredo, sospechos habituales y desconcierto típico pero intuido. Como los grandes films de espias, acción y golpe de efecto de los ochenta tipo Frenético. No es perfecta. No es genial pero, es un intento muy digno de recuperar esa estela. Y encima mi Liam, siempre mi Liam. Un actor que pude hacer de malo y de bueno exactamente igual de bien. Sin fisuras y, creyéndotelo, odies o ames a su personaje. Muy entretenida. Puro cine. Me gusta.