Este podría haber sido un buen ejercicio de hacer Ciencia Ficción en España. Pero Ibañez se pierde en caminos que no conducen a ningún lado. Y eso que tiene cosas admirables, la fotografía, el buen hacer de Antonio Banderas y una cuidada puesta en escena. Pero no es suficiente para levantar un proyecto que ya nació moribundo. Sin fuelle. Ibañez no es Ridley Scott ni parece querer intentarlo.Al final todo es demasiado hueco.