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España España · Barcelona
Voto de did79:
5
Drama Un solitario profesor de inglés con obesidad severa (Brendan Fraser) intenta reconectar con su hija adolescente en una última oportunidad de redención.
2 de febrero de 2023
95 de 139 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es ningún secreto que Aronofsky siente cierta predilección por la hipérbole dramática. Es de aquellos directores a quienes les gusta retorcer y humillar a unos personajes nacidos para sufrir. Tenemos claros ejemplos en "Requiem for a dream", donde machaca con cinismo social a sus protagonistas, o en "Cisne negro" al arrastar a la Portman en busca de la perfección hasta las últimas consecuencias.

Sus películas coquetean con el fantástico, con la metáfora o con una alegoría al servicio de un mensaje demoledor que retrata con crudeza las miserias humanas. Una mezcla de géneros que funciona cuando la historia está controlada/ bien trabajada o, por el contrario, es capaz de dividir a la audiencia por su reducción al absurdo, como es el caso de "Madre!", film que exige demasiado al espectador y que su pretendido estilo caótico puede exasperar a más de uno.

Por el contrario, la cinta que nos ocupa se aleja de la fantasía y se adentra en el drama costumbrista más simplista. El director decide dejar a un lado aquello que hizo distinta a su filmografía y transitar por unos senderos fáciles y emocionalmente planos, concentrando su esfuerzo en avasallar al espectador con tretas lacrimógenas. Nada de personajes complejos y profundos, ni rastro de tramas tortuosas. Aquí todo está al servicio de un actor y de un personaje al que se le rinde pleitesía artificiosa.

¿Se merece Fraser el Oscar por su interpretación? Sin duda, está soberbio. Pero, puestos a ser quisquillosos, es un papel demasiado goloso y estudiado. Es de aquellos personajes que, más allá de prótesis y látex, encandilan a la Academia por esa súplica desesperada por recibir algún premio. En este caso, un homosexual obeso dispuesto a autodestruirse por amor. A la ecuación hay sumarle una hija psicópata, una exmujer alcohólica, una amiga cínica y una secta como telón de fondo. El cóctel del culebrón está servido.

¿Es "La ballena" una buena película? Por supuesto. Pero, al final, todo ese portento lacrimoso juega en su contra, pues su exceso es tan obvio que resulta inocuo, e incluso irrisorio. Algo parecido a lo que hace Shyamalan en sus películas, pero con menos soberbia.

Lo mejor; Recuperar a un gran actor como Fraser y dedicarle un film entero a su redención hollywoodense.

Lo peor; Por su evidencia resulta de todo menos emotiva. Su simpleza es irritante.
did79
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