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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
6
Acción. Drama Brasil, 1997. El capitán Nascimento (Wagner Moura) está al mando de un escuadrón del Batallón de Operaciones Policiales Especiales (BOPE), un cuerpo de élite de la policía de Río de Janeiro. Su misión es actuar en las favelas, en las que la policía, por miedo o por corrupción, no interviene. Nascimento quiere dejar su puesto, ya que está a punto de ser padre, pero antes necesita encontrar un sustituto adecuado. Con ese fin comienza a ... [+]
24 de julio de 2010
12 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ante la duda, la más tetuda. Y eso es lo que tuvo que pensar los miembros del jurado en el Festival de Berlín para conceder el Oso de Oro (2008) a “Tropa de Élite”, la cinta más polémica a concurso, y dar el premio de consolación a la favorita “There Will Be Blood” en forma de premio al mejor director (Oso de Plata). Costa Gavras, querido, el filme de Paul Thomas Anderson también era político y te perdiste por las letras mayúsculas aterrantes del filme de Padilla.

Juan Pablo II allá por 1997 visita Río de Janeiro y las aguas tienen que estar en un curso imposible cuando el caudal está desatado. Las favelas, el trono del capitán del BOPE y una historia de desamor y turbulento amor con millones de descargas en Brasil y finamente la afluencia masiva a salas comerciales. Todo, sencillamente, huele a virus viral y analizando fríamente la estrategia es muy de Hollywood.
Posiblemente el juego de José Padilla sea ir al rebufo comercial de la superior “Ciudad de Dios” aunque que nadie busque un Zé Pequeno que contraste con esa imagen en los protagonistas del lado de la fuerza policial.

Me parece una película incompleta porque piensa que es imparcial pero Padilla prefiere mostrar en vez de sugerir y darnos un punto de vista puntal y por lo tanto parcial. Justificar en vez de mostrar actos de personajes y dejar al espectador los juicios morales frente a los actos cometidos. Se habla de paternidad y presión, de ganas de dar lo mejor de sí mismo por parte de dos rivales a un puesto. Hay policías buenos y policías malos y no parece que haya demasiado donde rascar. El tanteo del gris queda en las situaciones sugeridas frente a la adversidad. Sin villano y sin carisma que le proteja el punto de vista desquilibra una balanza. Efectivamente nadie nos engaña: esta película está basada en los informes reales de la fuerza policial y el punto de vista ofrecido es único y repetible. La forma de lanzar el dardo al principio con ese avance en mayúscula, que no mayúsculo, es lanzar una piedra al tejado del espectador. Padilla finalmente esconde la mano.

Medio documentalista y Greengraseo efectismo frente “Tropa de élite” descubre el antimarketing y pone un contrapunto al pirateo de copias ilegales. En vez de anular el estreno en salas la película se convirtió en un éxito por la controversia que generó: odios a la policía y el propio BOPE intentando parar el estreno.
Adaptarse o morir parece ser aquello del mensaje y el chantaje o la mala gestión por pobres sueldos hacen que el oficio se convierta en beneficio. Parte de la justificación moral se halla en reglas que se contradicen: la visita de un Papa provoca muertes civiles a manos de la policía. Aunque parece que el filme de Padilla quedará como aquella película de favelas y tiros que ganó un Oso de Oro.
Maldito Bastardo
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