Sobrecogedora historia sobre las drogas que te mantiene enganchado durante todo su metraje a pesar de su extrema crudeza y realidad. Muestra una imagen decadente de la sociedad berlinesa de los 70-80, donde la drogadicción cobra una gran importancia.

Narra la caída en este mundo de una chica de 14 años, que como tantos otros de su generación se ve arrastrada por una realidad desalentadora y nociva cuyo único final es la heroína. Empujada por el divorcio de sus padres y la consiguiente inestabilidad familiar comienza a escaparse a conocer la noche de Berlín. Al principio no excede de una mera diversión, pero sus ganas de seguir los pasos de su novio le llevan a probar la drogas hasta alcanzar un punto de no retorno.

Es una película con una impactante carga dramática que crea una atmósfera de angustia e incomodidad. Para ello emplea el relato en primera persona del mundo de las drogas como posteriormente harían "Trainspotting" y "Réquiem por un sueño", pero lo hace de forma mucho más intensa.

Destacar la ambientación y unas actuaciones encomiables, sorprendentes si tenemos en cuenta las edades de los protagonistas. La música corre a cargo de David Bowie.

Altamente recomendable.