Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de mansilla:
6
Drama Berlín, 1936. Sorowitsch (Karl Markovics), el rey de los falsificadores de moneda, es un judío sin escrúpulos que cree que "la manera más rápida de ganar dinero es fabricar dinero" y no le preocupa en absoluto lo que está sucediendo a su alrededor, ni siquiera la situación de los judíos. Sin embargo, cuando estalla la guerra, es arrestado y llevado a un campo de concentración nazi, donde se ve obligado a trabajar con otros ... [+]
6 de abril de 2008
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En mi opinión hay dos buenos motivos para ver Los Falsificadores. Uno, el hecho histórico que cuenta: unos judíos expertos falsificadores que son obligados a servir a los nazis falsificando dinero, a cambio de un trato de favor dentro del Campo de Concentración… (Darwinismo en los campos de concentración: los más dotados sobreviven y el resto muere, muy acorde con el Nacionalsocialismo). Dos, el brutal dilema moral al que se enfrentan los personajes: alimentar al dragón nazi con dólares falsos y salvar su propia vida o negarse a hacerlo y ser ejecutados.
Una buena fotografía, una historia potentísima, unas buenas interpretaciones (portentosa la del nazi), una cuidada dirección de arte…, y sin embargo la película resulta algo fría, no emociona, no hiela el alma como debería, resulta que la ficción cinematográfica está muy por debajo del hecho histórico que relata, tal vez porque el desarrollo dramático de los personajes se queda corto, no se logra empatizar con ellos.
Sin querer compararemos Los Falsificadores con obras maestras como La Lista de Schindler, El Hundimiento, El Pianista, que también hablan sobre el Holocausto, aunque desde otro punto de vista. Y la película de Stefan Ruzowitzky está muy por debajo, pero no por ello resulta prescindible, es más, yo creo que merece la pena ir a verla, aunque nada más sea para ver lo que un pueblo rico, culto y civilizado como el alemán fue capaz de hacer tras ser intoxicado por el veneno de una ideología excluyente, demagógica y asesina. Nunca está de más recordar hasta qué punto los seres humanos somos débiles y vulnerables.
mansilla
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow