Siempre que una película toca un tema controversial o simplemente está basada en hechos reales, tiene algo que me llama la atención. En algunas ocasiones por plasmar sucesos importantes o, como en este caso, por enfrentarnos a una sociedad tan famosa como racial, la triple K. Antes de ponerme a verla me esperaba algo bastante peor, lo reconozco, ya que pensaba que no sería el estilo de cine que suelo consumir. Estaba totalmente equivocado.
Exceptuando quizás ese prólogo de escasos minutos protagonizado por Alec Baldwin, bastante innecesario por cierto, la cinta cuenta con una primera mitad muy interesante y atractiva. Luego, y especialmente a partir de que el personaje de Driver entra en la organización, la película gana aun más puntos. Spike Lee ha conseguido crear algunos planos y secuencias francamente buenos, contando con momentos que jamás imaginé ver en un film como éste.
La historia está bien construida y, además, basada en hechos reales. Cabe resaltar que, bajo mi punto de vista, se consigue transmitir algo al espectador. Cuenta con ambos puntos de vista, en cierto sentido, frente a la situación que ocupa la trama, lo cual le hace ganar puntos. Todo lo referente a la infiltración en sí misma creo que se ha ejecutado bien, yendo a buen ritmo y de forma creíble. Me ha gustado mucho en ese sentido.
No se puede hablar de esta película sin destacar el gran trabajo del elenco, tanto de los protagonistas como algunos secundarios. La pareja principal, compuesta por Adam Driver y John David Washington funciona muy bien. El primero desempeña un gran papel como infiltrado, tanto que ha sido, para mí, de lo mejorcito de la cinta. John David Washington (el hijo de Denzel) parece haber heredado el talento de su padre, ya que borda su participación. Pero también hay que destacar a unos secundarios realmente convincentes, como Topher Grace o alguno de los miembros del KKK realmente creíbles.
No obstante no todo en la cinta es perfecto, tiene sus fallos. A unos primeros minutos introductorios bastante innecesarios hay que sumarle esa coletilla del final, esos trozos de 'metraje real' creo que le sobraban, ya que no aportan demasiado. Es como una forma que ha tenido Lee de querer explicar ciertas cosas a la gente, como si el pueblo no conociese de lo que ha tratado la película. Por todo lo demás me ha parecido más que digna.
En resumen ''Infiltrado en el KKKlan'' es una cinta que recomendaría bastante, ya que plasma una realidad bastante cruda y lo hace con gran soltura. Como conjunto es entretenida, cumple con su cometido y también cuenta con algunos momentos para quitarse el sombrero. Para mí personalmente acabó siendo una grata sorpresa, por eso no puedo evitar recomendarla.

Lo mejor: Es entretenida, las interpretaciones de John David y Adam Driver, algunas escenas muy bien ejecutadas, una banda sonora destacable y el mensaje que transmite.
Lo peor: Los minutos iniciales y finales sobran bastante.

* Un 6 alto *