La película refleja, al menos en parte, las consecuencias de ser un adicto a los juegos de azar. Aquí se le suman factores como las grandes deudas, los ajustes de cuentas y todo eso, pero en primera instancia creo que refleja muy bien las emociones y sentimientos del protagonista a la hora de enfrentarse a la mesa de juego. Bien es cierto que es de usar y tirar, de verla una vez, pero reconozco que me imaginaba algo mucho peor, algo lento e incluso aburrido, y al final resultó no ser así.
La trama es simple, sencilla, pero tiene algo que engancha. Bajo mi punto de vista arranca bien, de un modo correcto para atrapar al espectador o, al menos, para tenerlo delante de la pantalla. Todas las secuencias de juego, las que tenemos al protagonista frente a su talón de Aquiles, me han gustado especialmente y las he visto bien contadas. No agobian, no se hacen repetitivas y sobre todo transmiten algo. El resto, no por ello peor, está bien hilado, juntando muy bien las escenas y, en resumidas cuentas, hilando bien toda la trama. Espero haberme expresado bien en esto último, si no es así pido disculpas, pero me es muy complicado explicar las sensaciones que me dio. En general tiene una historia llevadera, entretenida de ver y no decae en casi ningún momento.
Los personajes son sencillos, no son profundos para nada, pero tienen personalidad, sobre todo el protagonista. Ese rol lo desempeña Mark Walhberg, un actor que me gusta bastante como trabaja, aunque nunca le había visto en papeles como este. Pasable, cumple bien y desde luego destaca por encima de todos los demás. Luego hacen acto de presencia John Goodman y Jessica Lange, ambos en papeles muy pequeños, sobre todo Lange, pero demostrando el poderío interpretativo que atesoran los dos. Y por último la chica que acompaña en cierto modo a Wahlberg, plasmando la cara bonita de turno y poco más.
Generalmente es una película no demasiado lenta pero tampoco rápida en su desarrollo. Creo que es una opción de cine interesante si te gustan las películas donde hay que atender un poco. Si buscas fuegos artificiales y cosas así estás yendo en la dirección equivocada, eso desde luego.
En resumen ''El jugador'' no pasará a la historia ni tampoco se quedará en nuestra memoria más allá del día siguiente de verla, eso garantizado, pero como cinta individual o como mero pasatiempo cumple bastante bien. El aprobado, aunque raspado eso sí, se lo gana con creces.

Lo mejor: Logra entretener, las secuencias de juego y el carisma del protagonista.
Lo peor: No deja de ser un producto de usar y tirar.

* Pasable *